
HISTORIA
En 1520 el asentamiento fue escenario de uno de los episodios relevantes del contacto entre europeos e indígenas acolhuas al inicio de la conquista de México


Zultépec era un centro de control político, económico y religioso de la región, se cultivaba, principalmente, maguey y otros productos agrícolas, y se explotaba la madera. Del metl o maguey se obtenía primordialmente pulque, bebida sagrada que posiblemente era enviada en grandes cantidades a Texcoco, para ser utilizada en diferentes rituales celebrados en los templos


Al inicio de la conquista de México, en junio de 1520, los habitantes de Zultépec capturaron una caravana, conformada por europeos (hombres y mujeres) y algunos de sus aliados indígenas, Se trataba de un grupo rezagado formado por enfermos y algunas mujeres, que llevaba importantes propiedades de Cortés, muchas de las cuales había quitado a Pánfilo de Narváez después de derrotarlo.


En junio de 1520, tras derrotar en Cempoala a Pánfilo de Nárvaez –enviado por el gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, para apresarlo–, Hernan Cortes regresó de emergencia a Tenochtitlan, dejando atrás una caravana de 450 personas de origen europeo, africano, nativos de las Antillas e indígenas aliados: tlaxcaltecas, otomíes, totonacos y mayas, que constituían el grueso del contingente

Cortés estando en Cempoala, tuvo noticias de Tenochtitlán, enterándose de que en esa ciudad los indígenas tenían cercados a los españoles debido a que Alvarado había ordenado una matanza de nobles indígenas. Después de dejar organizada una caravana que lo seguiría llevando enfermos y propiedades de los europeos, el conquistador regresó a la capital de los mexicas. El 21 de junio de 1520 entró a la ciudad, quedando sitiado hasta la llamada “noche triste”, durante la cual escapó con parte de sus hombres, llegando siete días después al poblado tlaxcalteca de Hueyotlipan.


Pese a la advertencia del pacto que Zultépec sostenía con la Triple Alianza, la caravana fue capturada en un malpaís cerca de aquel lugar, el 24 de junio de 1520. Los miembros de la caravana fueron llevados al poblado, donde permanecieron prisioneros. Posteriormente se les integró al mundo mítico-religioso indígena mediante rituales y ceremonias en los que fueron sacrificados; se buscaba con ello sumar a las suyas las fuerzas de los extranjeros y los enemigos locales, además de establecer una relación con los dioses para mantener el equilibrio de las fuerzas cósmicas de su mundo.


En Hueyotlipan Cortés se enteró, por los tlaxcaltecas, de la captura de la caravana así como del posterior sacrificio de sus miembros. Destaca Cortés la muerte de cinco de a caballo, de 45 peones hispanos así como de trescientos indígenas aliados, al igual que la de un criado de su confianza que traía cosas de su propiedad. Señala que en Cempoala había dejado cosas suyas y de sus compañeros, siete mil pesos de oro fundido, catorce mil pesos de oro en piezas y otras muchas cosas que valían más de treinta mil pesos de oro.

Cuando Gonzalo de Sandoval pasó por el pueblo halló en una pared blanca, escrita con carbón, la frase “Aquí estuvo preso el sin ventura de Juan Yuste”, un hidalgo de los cinco de a caballo. Comenta, además, que, cuando los indígenas vieron que el alguacil mayor llegaba para castigarles, comenzaron a huir pero los hispanos les dieron alcance y mataron a muchos; el resto de la población fue esclavizada, y el lugar quedó abandonado
